Fácil de compartir
Para las empresas que se asocian en un proyecto, un entorno digital compartido es un requisito fundamental para una colaboración ágil. “Compartimos detalles sobre nuestros modelos, nuestros socios añaden información a dichos detalles y nuestros clientes comparten sus propias especificaciones”, explica Raud. “Compartimos documentos entre nosotros constantemente y, si lo hacemos por correo electrónico, es difícil llevar un seguimiento de las versiones.” Con la solución anterior, basada en FTP, DFJ solía enviar una versión de un documento cada vez y tenía que adivinar qué archivo se correspondía con qué petición, lo que aumentaba las probabilidades de que se produjeran errores costosos.
“Con Oodrive, todo está en un único lugar”, comenta Raud. “Vemos las peticiones de los clientes y las respuestas de nuestros socios. Se puede acceder a todo desde cualquier dispositivo y es fácil de entender, así que les podemos decir a nuestros socios: ‘Aquí está la clave. Os podéis conectar, controlar el acceso, colaborar, coeditar y crear carpetas compartidas para almacenar archivos’. Es realmente fácil de configurar.”
Antes, solo podíamos colaborar con la herramienta que nuestros socios utilizasen, lo que significaba que DFJ no podía controlar el acceso a los archivos después de que fueran enviados y tenía que realizar copias de archivos internamente para evitar perder registros de esa colaboración cuando un proyecto terminaba. “Ahora, somos dueños de la herramienta”, dice Raud. “El almacenamiento es nuestro, así que los datos se pueden quedar ahí para siempre. Si queremos volver a comprobarlos, podemos hacerlo. Con Oodrive Work, somos dueños de todos los datos relacionados con nuestras colaboraciones.”